Las casas de té chinas son los antiguos cafés tradicionales del este, lugares para reunirse, charlar y pasar el tiempo.
En los años recientes, la tradición ha sido revivificada, convirtiéndose en algo popular en las modernas ciudades.
“La casa de té no sólo se ha convertido en un lugar para que la gente beba té y se relaje, sino también para experimentar la cultura china, celebrar actividades sociales, organizar fiestas privadas y realizar negociaciones comerciales,” comentó Wu Xiduan, secretario general de la Asociación de Circulación de Té Chino.
Él es un bebedor de té habitual en la Casa de Té Laoshe, nombrado después del famoso escritor chino Laoshe y una de sus obras, “Casa de Té.”
La casa del té es el lugar a donde van los clientes para un sabor tradicional del Beijing antiguo. Allí pueden ver a todo tipo de actuaciones chinas y probar meriendas al estilo de Beijing y manjares que comían los emperadores de la Dinastía Qing (1644 – 1911), manifestó Yin Shengxi, antiguo director general de la Casa de Té Laoshe.
“La casa de té recrea el encanto del antiguo Beijing, el cual es un lugar obligatorio para los extranjeros, quienes, provenientes de todo el mundo, pueden venir para apreciar la Ópera de Beijing, drama, acrobáticas y otras artes folclóricas de Beijing, así como beber té,” declaró él.
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